miércoles, 28 de marzo de 2012

Si España fuera una empresa...

...y los ciudadanos fueramos los propietarios...

Los de ciencias no entendemos muy bien lo del PIB (Producto Interior Bruto). Podemos entender la contabilidad, pero lo del PIB...Porque no es una magnitud que se pueda medir de forma objetiva. Es una cifra, podríamos decir que algo subjetiva, calculada mediante una fórmula bastante compleja.
En líneas generales se suele seguir la siguiente regla para calcular el Producto Interior Bruto:
PIB = Consumo + Ingresos + Gasto público + Exportaciones - Importaciones

En fin, dicen que el PIB es un indicador económico que refleja la producción total de bienes y servicios asociada a un país durante un determinado periodo de tiempo y se emplea a nivel internacional para valorar la actividad económica o riqueza de cada país.
Se usa como referencia para medir el déficit y la deuda del estado y su variación de un período a otro parece ser la clave para determinar la salud económica de un país
Lo bueno es que casi nadie conoce cual es PIB de España y, por eso, nos engañan hablando siempre de índices y %.
El PIB de España está ligéramente por encima del Billón de € (con todos sus ceros), lo que significa que un déficit del 8,5% en 2011 equivale a unos 90.000 millones de € gastados más de lo ingresado por el estado.
Si España fuera una empresa, los que presupuestaron unos ingresos ficticios, por no tener en cuenta la crisis, habrian salido a patadas del país, por incompetentes. Y si se demostraba que lo habían hecho de forma consciente, irían a la cárcel. Y los que decidieron gastar, alegremente, más de lo presupuestado, les seguirían por el mismo camino. 
Pensando que el gasto no financiero de los presupuestos del estado estaría sobre 150.000 millones de €, el déficit presupuestado estaba en torno al 40% de los gastos, pero la desviación real entre ingresos y gastos en 2011 habrá estado alrededor del 60%
Si España fuera una empresa, los propietarios cesarían inmediatamente de sus puestos a todos los políticos que hayan tenido responsabilidad en estas fechorías e inhabilitarían atodos los que defiendan seguir generando déficit.  
Cada año, los españoles tenemos que pedir dinero prestado para cubrir ese déficit y para pagar parte de las deudas de años anteriores que llegan a su vencimiento (así la bola de nieve sigue rodando y engordando).
Cuando la bola se hace tan grande que nadie se cree que podamos con ella, los prestamistas (a veces se llaman inversores, usureros otras veces) suben los tipos de interés. Y la bola se hace más pesada. Tanto que ni nuestros hijos ni nuetros nietos se librarán de ella.
¡Pedir 90.000 millones de €, a un interés del 4%, significa 3.600 millones de € anuales de intereses!  
Cualquier chiste de esos que nos cuentan cada día sobre la prima de riesgo o el diferencial con el bono alemán se puede traducir en 900 millones de € de extra coste por cada 1% adicional. ¿Cuantos médicos o maestros se pueden pagar con 900 millones de €?  
Si España fuera una empresa, aunque fuera una cooperativa, no habría propietarios protestando por los recortes, porque querrían liberar a sus hijos, lo antes posible, de las deudas contraídas a causa de errores pasados.
Si España fuera una empresa, al borde de la suspensión de pagos, no se permitiría que se siguiera dilapidando dinero en gastos innecesarios.
Si España fuera una empresa, se ajustarían los sueldos de todos, incluidos los políticos y los banqueros.
Si España fuera una empresa, se descubriría a todos los chorizos y se les haría devolver lo robado.
Si los ciudadanos nos sintiéramos propietarios y, por tanto, responsables de lo que pasaba, pasa y pasará en España,...   


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